Los datos acerca de los plásticos y microplástico relacionados con la salud humana son cada vez peores. Recientemente se ha descubierto que, a causa del elevado número de microplásticos que encontramos en la comida, ya se han encontrado restos de ellos hasta en las heces de los bebés.
El estudio, publicado en Environmental Science & Technology Letters, demuestra que ni los bebés recién nacidos se libran de la presencia de estas micropartículas de plástico. Según los resultados, los bebés tienen mayores concentraciones de microplásticos en su organismo que los adultos que viven en la misma área. Y, aunque parezca inexplicable, los bebés recién nacidos también tienen microplásticos en su organismo.
Y esto, entre otros factores, es como consecuencia de las partículas que se desprenden de los biberones, chupetes y de los envases plásticos de comidas para bebé.
Las personas consumimos 5 gramos de plástico a la semana
Analizando los estudios recientes sobre los plásticos, se explica cómo se ha llegado a esta situación. Por ejemplo, un estudio realizado por Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y director científico del Instituto Investigación Biosanitaria de Granada, asegura que las personas consumimos más de 100.000 micropartículas de plástico al año. Eso es alrededor de 2.000 pequeñas piezas de plástico cada semana, lo que equivale a 250 gramos de plástico al año, es decir, 5 gramos de plástico a la semana. Esto es el equivalente al peso de una tarjeta de crédito.
En anteriores blogs ya hemos hablado de como ya se han encontrado microplásticos en la sangre humana o sobre como estos causan daños en los cerebros. Por lo tanto, ya sabíamos que los plásticos entran dentro del cuerpo humano. Pero ahora sabemos en qué cantidad diaria lo hacen. Y los datos son aterradores.
Y es que, lamentablemente, encontramos plásticos en todo tipo de alimentos: desde latas de conservas recubiertas de bisfenol hasta el agua embotellada, pasando por los alimentos dentro de los envases plásticos hasta la comida que se cocina en una sartén de teflón debido al brillo antiadherente que tiene microplásticos y con el calor se desprende.
Por eso, no es de extrañar que científicos de Newcastle, que han publicado recientemente un estudio sobre el tema encargado por el WWF, ingerimos una media de 2.000 partículas de microplásticos cada semana.
Y el problema se agrava a causa de que estos microplásticos son difíciles de eliminar del organismos, y se asocian a enfermedades como la obesidad, el cáncer, la infertilidad, la diabetes o el asma.
Desde ‘Yo Colaboro con el medio ambiente por un planeta mejor’ trabajamos codo con codo con empresas completamente sostenibles que dejan a un lado los plásticos y microplásticos. ¿Te unes?