Seguro que la mayoría de vosotros limpia cada esquina de su casa o negocio con toda clase de productos químicos, uno para cada tipo de superficie y material. Esto supone un gran gasto económico anual, además de tener miles de botellas repartidas por diferentes estancias de la casa.
Y pensarás, claro, es la única forma de limpiar que hay. Pero no, porque existen otras alternativas, que son igual o incluso más eficaces pero que no son tan conocidas, como el agua con ozono. Con el ozono, además de ganar espacio y dinero, ayudas también a cuidar del planeta, ya que un estudio publicado en la revista Science ha revelado que los productos químicos que usamos diariamente contaminan la ciudad lo mismo que un coche.
Según el estudio realizado por el Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES) de Estados Unidos, este tipo de productos que usamos en nuestro día a día rivaliza las emisiones de los vehículos de motor como la principal fuente de contaminación del aire de las ciudades. Esto se debe a que los productos de limpieza para el hogar contienen altos compuestos refinados del petróleo, llegando a contaminar al mismo nivel que los coches.
Los investigadores estudiaron también las fuentes de contaminación atmosférica y concluyeron que la cantidad de compuestos orgánicos volátiles emitidos por la acción humana es dos o tres veces más alta que la estimada. Y, además, vieron que el 50% de la contaminación viene de los coches y el otro 50% de los productos químicos.
Los químicos también perjudican nuestra salud
Lógicamente, si los productos químicos dañan nuestro entorno y el medio ambiente, también perjudican nuestra salud y la de los animales, ya que diariamente están expuestos a ellos. Porque más allá de usarlos en nuestras casas y negocios, los químicos acaban contaminando también el agua. Los efectos perjudiciales que causan los productos químicos en la salud humana son varios y se clasifican en efecto a corto y largo plazo. Los primeros salen a consecuencia del uso de esta clase de productos en sitios y habitaciones mal ventiladas, lo que puede provocar náuseas, mareos, dolores de cabeza o vómitos.
En cuanto a los de largo plazo se les llaman así por que son más lentos y tardan más en aparecer, ya sean meses e incluso años. Son también conocidos como ‘toxicidad crónica’, y los más graves pueden ser desde una alternación hormonal hasta el desarrollo de un cáncer.
Antes estos datos, desde Yo Colaboro os animamos a dejar a un lado esta clase de productos tóxicos y apostar por otros métodos de limpieza y desinfección efectiva, como el ozono. De ese modo contribuiréis a mejorar vuestra salud y la del planeta.
